(No olvides ver el video del final)
«Deseaba dar clase para que los niños de la aldea pudieran disponer de una educación.
Esa fue la primera vez que acepté a Bu Mus en mi corazón en calidad de heroína….
-Deseo ser maestra… Bu Mus había extraido cada letra de cada palabra de lo más profundo de su corazón, y que la palabra maestro hervía en su mente porque ella admiraba la noble profesión de la enseñanza. Había un gigante domido en su interior, un gigante que despertaría cuando ella conociese a sus alumnos.
… Ser maestro en una escuela privada y pobre, en especial en nuestra aldea, era una profesión -según los chistes del pueblo- en la que solo se embarcaban quienes no andaban muy bien de la cabeza.
… todas estas pruebas fueron haciendo de Bu Mus -de manera gradual e inesperada- una maestra joven y fuerte; es más, carismática.
…De alguna forma, cuando las pronunciaba Bu Mus, aquellas palabras eran diferentes, más poderosas, y resonaban en nuestros corazones.
…Bu Mus y Pak Harfan eran nuestros maestros, amigos, nuestros guías espirituales. Nos enseñaraon a hacer casas de juguete con bambú, nos mostraron cómo asearnos antes de la oración, nos inflaban las ruedas de las bicicletas cuando se quedaban bajas, nos enseñaron a rezar antes de ir a dormir, nos succionaban el veneno de la pierna cuando nos mordía una serpiente, y de vez en cuando nos preparaban zumo de naranja con sus simples manos. eran nuestros héroes anónimos., principe y princesa de la amabilidad, pozos de sabiduría en una tierra seca y abandonada.
..En una ocasión, mi madre me dijo que el maestro que por vez primera nos abre los ojos a las letras y los números para que aprendemos a leer y a contar recibirá incontables recompesas hasta el día de su muerte. Estuve de acuerdo con ella, aunque eso no es lo único que hace un maestro. También abre los corazones.»
LA TROPA DEL ARCO IRIS (Andrea Hirata).